
Cuando creemos que ni la dieta ni el ejercicio tendrán efecto sobre aquellas zonas del cuerpo «imposibles», descubrimos que existe un método con el que acabar con la grasa localizada de forma rápida y eficaz: ¡El CoolSculpting!
Como alternativa a la liposucción, este procedimiento basa su eficacia en el enfriamiento de las células adiposas hasta su destrucción, ya que estas son más vulnerables al frío que cualquier otro tejido. En el proceso, se realiza un enfriamiento preciso y controlado que resulta en un daño selectivo de la grasa. Posteriormente, el cuerpo va eliminando de forma gradual estas células con procesos metabólicos.
Entre sus ventajas se encuentra que no necesita anestesia por no ser invasivo, no daña la piel y los resultados son permanentes. Pero, por encima de todo, es genial por la variedad de zonas sobre las que puede actuar. ¿Las conoces?

La grasa localizada se puede reducir en la zona abdominal, el pecho, la espalda, la parte superior del brazo, los flancos, las nalgas, la papada, la zona del sujetador y la cara interna del muslo. El abanico de posibilidades es amplio y se pueden tratar una o varias de las áreas problemáticas que deseamos mejorar, tanto en hombres como en mujeres. Además, este procedimiento, a diferencia de todos los demás aparatos de criolipolisis, posee una tecnología inteligente con la que la temperatura se adapta en función de la grasa y la cantidad a eliminar. ¡Increíble pero cierto!

Por esto, el CoolSculpting es uno de los tratamientos más efectivos y, sobre todo, adaptables a los deseos del paciente. Permite reducir la grasa de todos los lugares estratégicos sobre los que queramos trabajar, lograr el cuerpo deseado y moldear el físico a nuestro antojo. Queda claro que estilizar la figura nunca ha sido tan sencillo.